jueves, 19 de mayo de 2011

Te podría contar de mil maneras todo lo que ya sabes.


Podría pasarme los días enteros contándote la misma historia de miles
de formas diferentes, que al fin y al cabo, llegarían al mismo punto.
Al punto donde ahora estamos tu y yo. Aquí y ahora. Podría
inventarme millones de estupideces para que rieras. Podría pasarme
toda una noche apoyada sobre un pie para demostrarte que no estoy
borracha aunque lo estuviera como nunca antes lo hubiera estado.
Podría callarme cuando me lo dices con un beso, pero sabes que
nunca quiero. Hoy podría decirte muchas cosas. Algunas quizás no
las has escuchado de mi boca aún. Otras estarás cansado de oírlas.
Podría sincerarme como nunca antes, de hecho es lo que voy a hacer.
Escribiré lo mejor que pueda. Usaré las mejores palabras que me
vengan a mi cabeza. Intentaré poner todas las sonrisas que me salgan.

Te juro que si me vendaras los ojos sin decir nada, no rechistaré
en absoluto. Llévame a donde más desearas estar en este momento
conmigo. No importa el lugar. Confío en ti. Hoy, la lluvia me ha mojado
los huesos, la tormenta ha traspasado mis cinco sentidos y hasta puede
que hoy me encuentre más enamorada de lo normal. Llámalo como
quieras, no me importa.

Quiero que sepas, que llegaste en el límite. Si, dibujé una línea
invisible entre tu y yo, entre nosotros. Puse un límite de tiempo.
Afortunadamente llegaste antes de romper la cuerda, pero te escapaste
por segundos.
He jugado cºon tu pelo siempre que me ha apetecido. Tus manos en mi
pelo han estado infinidades de veces y te he buscado en cada mirada.
Creo que es lo que siempre hago. Conozco tus manías, algunas de las cosas
que tanto odias. Conozco algunos de tus sueños, de tus pesadillas.
Conozco la mayoría de tus lunares, las miles de sonrisas que tienes
en cada momento y para cada situación. También sé cuando estás en un sitio a gusto o cuando no.
Cuando estas contento o te pasa algo.

Hoy, podría darte las gracias por millones de cosas. Gracias por estar ahí
siempre que te necesito. Gracias por sonreírme siempre. Gracias por tus
caricias. Gracias por tus besos. Gracias por tus chistes, por tus bromas y tus
intentos de enfadarme. Gracias por agarrarme de la mano siempre. Gracias
por tus abrazos oportunos en cada momento. Gracias por ser tu y permitirme
que en todo momento lo sea yo. Y no me olvido por supuesto de tus defectos
y tus virtudes.
Hoy brindaremos. Tenemos muchos motivos por lo que hacerlo: por llegar
hasta aqui, que no en toda relación es fácil, pero a nosotros nos ha sobrado;
por lo no-todo recorrido, por todo lo vivido, por el futuro y por nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario