Frases absurdas

El otro día pensando y viendo a mi alrededor historias amorosas, no sólo en carne y hueso, sino también en pelis, pienso: cómo pueden hacer preguntas tan absurdas y con tan poco sentido. Sí, se querran y todo, pero si antes no eran, como decirlo... ¡tan gilipollas!
Y son preguntas que en un momento dado bueno, vale, puede ser. Pero día si y día también, cansa. ¿qué haces esta noche?, ¿qué hacemos mañana?, ¿qué haremos el fin de semana?, te llamo luego,cuelga tu; no, tu primero... dime que me quieres, pero ¿cómo que no te quiero?, ¿quién era esa?, ¿por qué has hablado con ella?, ¿con quién hablabas por telefono?... Espero no decir esto en mi vida, aunque esté muy enamorada...

El amor. Aunque hay que reconocer que la verdad sobre el amor se demuestra con el tiempo. Al principio todo te parece agradable. Después, cuando la historia arranca, lo que parecía agradable puede volverse bonito, incluso eternamente bonito... Pero la mayoría de las veces degenera y acaba siendo un espanto.

Recuerdos

Recuerdos. Que bonita palabra. Y a la vez tan triste. Últimamente estoy recordando mucho, más de lo que quisiera realmente. Recuerdo los veranos, piscina, playa, familia y poco más. Recuerdo cuando era una enana, estaba ya deseando oir La vuelta al cole, libros nuevos, ropa nueva, zapatillas... Y ahora cuando me dicen esa insufrible frase lo que se me pasa por la cabeza es echar el tiempo atras y salir corriendo. Y es que tengo la sensación que para mí el verano ya se ha acabado, y que no lo he sabido aprovechar realmente. Solo he comido, he dormido, me he enfadado, he discutido, me he reido, he salido y poco más... ¡Si es que no salgo de esta ciudad!, que lo más interesante que pasa es una nueva ola de calor, que por cierto, estoy harta de no poder dormir por la noche y estar día y noche dependiendo de una maquina que da aire fresquito.




Y en momentos como estos solo hace falta una cosa, amigas, las que sé que estarán ahí. Las que conozco a algunas hace mucho tiempo, y a otras no tanto. Las que no siempre salimos juntas, pero sé que si descuelgo el teléfono, allí estaran ellas.

Después, de repente, empieza a granizar. Con fuerza, de una manera increible. Y entonces corremos, corremos como locos y nos refugiamos frente a un portal, casi resbalándonos para protegernos del granizo. Nos quedamos así, al frío, bajo un balcón. Después, la granizada poco a poco se transforma en nieve. Nieva. Pero la nieve se deshace antes de tocar el suelo. Nosotros nos sonreimos aún un momento, él da un mordisco a su bola de arroz y yo intento besarlo... Y después, pluf, precisamente como la nieve, también este recuerdo se deshace. No hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de repente así, sin pedir permiso. Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé como hacerlo. Basta con no detenerse demasiado. En cuanto llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo en seguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con él. Sin hacerse daño. Así, mucho mejor... Ahora ya ha pasado. La nieve se ha deshecho del todo.

agotar, si.

-Es mi habilidad principal. Agotar, lentamente pero agotar. Es la gota malaya, tac, tac, hasta corroer incluso el metal más duro. Es cuestión de tiempo, basta con no tener prisa, y yo no la tengo.-



Por un momento. Porque después esa duda, su duda, vuelve a hablar, a llamarla. Sí, mamá, si fuera sorda tal vez no oiría más esa voz que no quiero oir. Es más, es mejor subir el volumen de la música, es mejor cantar con la letra de esa canción que ahora parecen tan verdadera, tan adecuada...

Empieza por una idea.

Ya está bien de decir por qué, la respuesta es ¡porque yo que sé!. No puedo explicar las razones de mis maneras.
Esta vez pensaré después de actuar. No sé si me saldrá bien, no puedo encontrar el momento en que todo encaja. Puedo sonreir porque aun queda todo.
Alguien volverá a por mi, no tengo miedo por apostar por lo que creo, si todo empieza por una idea, esta es solo la primera. Tu no eres quien para judgarme cuando lo hago mal. Si quieres ayudar, hazlo como lo hacen los amigos, soy todo oidos.
Tras diversas, inútiles y estúpidas preguntas, llego a la conclusión que si, que todo pasa por algo. Después de tantas decepciones y aprendiendo de cada una de ellas, sigo aqui. Estoy en pie. Una vez más. Y sé que seguramente no será la última. Pero no me importa. Sirve. Mucho.Y llegará un momento en el que diga: Hasta aqui hemos llegado, y lo mande todo a la mierda. Pero ese momento hoy lo veo muy lejano.

¿Eres feliz?

¿Eres feliz? La pregunta más dificil. ¿Eres feliz?... Una pregunta así sólo podría hacerla alguien inteligente.