sábado, 21 de agosto de 2010

Aplaudiré contigo.

A contra-reloj. Así es como he vivido los últimos meses contigo. Algo que odio, que no soporto, que me parece absurdo pero que existe. Malditos relojes.
Si hubiera podido elegir, no estaría escribiendo ahora esto. No sé porqué pero debo hacerlo. Ya sea como forma especial de despedirte, para dejar aquí mis sentimientos, para desahogarme o como quieras llamarlo. Este último año ha sido de los mejores, inconscientemente o no me has dado día a día algo más de ti, que yo, conscientemente, me lo he guardado para mí. Para tener algo más tuyo y que nadie pueda arrebatármelo. Has conseguido dar vida a los que tenías a tu alrededor, utilizar alguna palabra para provocar en nosotros una gran carcajada, has conseguido en mí lo que muy poca gente ha conseguido hasta ahora.
Sería muy egoísta por mi parte enfadarme contigo, conmigo, o con todos, por tu partida algo más temprana de lo normal. Ahora que empezaba a irnos todo tan bien. Si, bonita frase ¿verdad?. No tiene nada que ver con una relación de pareja, ni nada por el estilo. Mucho mejor, una relación de amistad. Ahora que personalmente te habías convertido en un ser imprescindible para mí, que contaba contigo para muchas cosas, que me sacabas una sonrisa que muy poca gente conseguía. Una sonrisa como la tuya: pura, transparente, verdadera...
Pero me consuela el pensar que esto no es una despedida ni mucho menos. Simplemente un hasta luego, te veré en navidad, te veré este puente, te llamo luego para contarte el día que he tenido hoy o cómo me ha salido ese examen tan chungo que he tenido de filosofía...
Si, creo que es una mejor forma de asimilarlo. Algo más optimista de lo que lo había pensado estos últimos meses. Pero ya me conoces, soy muy bipolar y puede que mañana me parezca un infierno.
Sólo una cosa. Sé que todos los comienzos de todo tipo son difíciles, y raros. Y que al principio puedes sentirte solo o desabrigado pero no es así. Jamás te sientas sólo porque no lo estás. Me encantará descolgar el teléfono y llamarte, y preguntarte qué tal, y también me encantará escuchar que muy bien, que en pocos minutos tendrás que dejarme porque tienes que arreglarte que has quedado, pero que no me preocupe porque la semana que viene te veré. Y que me echas de menos, eso que nunca falte.